La utilización de la simulación no solo constituye una herramienta para ilustrar o complementar un proceso de enseñanza. La simulación puede constituir en si mismo un proceso de aprendizaje. La articulación de propuestas de este tipo supone:
- investigar su utilización en diversas zonas del currículo
- calibrar sus efectos en el alumnado
- comprobar las ventajas e inconvenientes que presenta su uso sopesando los problemas que resuelven, los que no y las dificultades que plantean.
- ¿sobre qué contenidos crees que pueden utilizarse las simulaciones?
- ¿qué inconvenientes supones que puede presentar la utilización de una simulación?
- Los estudiantes se muestran motivados por la incorporación de este recurso didáctico, tan familiar como poco habitual en sus clases de ciencias.
- Se esfuerzan por entender los fenómenos simulados y no solo por comprobar una fórmula; probablemente la visión animada y la interactividad les inducía a ello.
- Adoptan actitudes investigadoras de forma natural y «sin obligarlos»: controlaban variables, se preguntaban por qué, comunicaban de forma coherente los hallazgos...
- Aprenden activamente: el hecho de dar respuesta a una pregunta manejando la simulación no les permitía la pasividad, lo cual, a su vez, les provocaba una mayor implicación.
- Cada uno en su ordenador llevaba su propio ritmo de aprendizaje, lo que facilitaba la atención a la diversidad. (Cañizares 2006)
- Es necesario una elección cuidadosa de las simulaciones: deben contener elementos adecuados para que aprendan los conocimientos que se desean enseñar, y evitar propuestas complejas que solo entorpecen o distorsionan el aprendizaje del alumnado. En algunos temas, la oferta existente es insuficiente.
- Las simulaciones deben ponerse a disposición de planteamientos metodológicos adecuados: no se trata de cambiar prácticas comprobatorias por simulaciones comprobatorias. Se deben usar como un recurso más en propuestas multimedia. Para ello, es necesario una meticulosa planificación, en la que se dosifique y gradúe la información que proporcione el profesorado, el manejo de las simulaciones por el alumnado, las actividades de lápiz y papel, las de laboratorio o las de análisis de noticias de prensa o de la publicidad. Es importante tener claro qué es lo que queremos que ellos trabajen con las simulaciones y no de otra manera.
- A la hora de plantearse una propuesta de enseñanza con simulaciones es necesario cuidar aspectos técnicos y de infraestructura, que no son nada desdeñables: la posibilidad de disponer de un aula con un número suficiente de ordenadores, el correcto funcionamiento de estos, el fácil acceso a las direcciones que se requieran, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario